Atlántida de Terry
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Atlántida de Terry

Sirenas, Por Terry soñamos y creamos en el fondo del mar.


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Fic Intercambio para Roni de Andrew Brown

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Roni de Andrew-Brown
Gigi
6 participantes

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Gigi

Gigi
Perla beige
Perla beige

Lo publiqué ayer en la Mansión, pero me faltaba el Forito Atlante, se los dejo a consideración.
Saludos,



13 de Agosto. La fecha se le había venido encima sin nada que pudiera considerar digno de obsequiarle; ¿qué regalar a un hombre que prácticamente lo tiene todo y con el cual apenas y has entablado una relación? (si a recibir sus gritos y órdenes se le puede llamar “relación”)



Pero lo cierto es que desde que se anunció la fecha, algo en su corazón la hizo imaginarse su rostro al recibir lo que ella le regalaría, ¿Alegría?, ¿Sorpresa? ¿Decepción?, ¿Enojo? Por todos los cielos, qué difícil era interpretar a ese hombre, y no es que ella fuera una experta en hombres, ¡pero por lo menos los demás miembros de la familia Andley no eran tan complicados!



La casa parecía un campo de batalla entre los preparativos del festejo y el alojamiento de las visitas para tal efecto; no quiso encontrarse con nadie y dar explicaciones del por qué no tenía el regalo aún, por lo que salió por la entrada de servicio y se dirigió hacia la salida. Era poco antes del mediodía cuando tomó su impermeable y se dirigió a la ciudad con la promesa hecha a sí misma de no regresar sin ese detalle que fuera pensado única y exclusivamente para él. En el camino imaginaba el recorrido que haría y descartaba automáticamente los grandes almacenes pues sabía que él los visitaba regularmente para estar a la última moda en cada ocasión…pero ¿a dónde dirigirse entonces?



No, no sería ninguna prenda de vestir, tampoco sería un par de zapatos finos o un accesorio para complementar un atuendo; ella sabía que muy en el fondo Neil gustaba de pasar tiempo a solas en su habitación y que las horas corrían sin que se le viera por ninguna parte de la Mansión. Compartían el gusto por su soledad y espacio, porque cuando viajas mucho como ella o, como era el caso del heredero, siempre estaba colmado de compromisos y eventos, valoras más el tiempo que dedicas solamente para ti y tus pensamientos.



Si, ella sabía muy bien el valor de un momento a solas, fuera entre aeropuertos o en una solitaria habitación; su instinto le decía que Neil se pasaba horas enteras en la penumbra de su cuarto, posiblemente recostado en su cama, o frente a su ventana observando a la noche cubrir sus miedos e inseguridades.



¡Eso era! Ya sabía lo que necesitaba y también donde podría encontrarlo. Se dirigió al centro, a una de esas tiendas que ve pasar de lado el tiempo y las tendencias, un lugar en donde te sumerges en una atmósfera de reflexión y recogimiento…y donde siempre encuentras algún detalle para disfrutar a solas.



Nada más entrar al local, la recibió un aroma a maderas finas, su vista se paseó por cada uno de los detalles que adornaban el primer salón, según su dueño, cada uno de los objetos que ahí se exhibían, los había traído él mismo de sus lugares de origen, desde un sable samurai de algún antiguo guerrero japonés, hasta la réplica exacta de un galeón español en miniatura. El dueño era un señor de más de 60 años, su rostro surcado por profundas arrugas, denotaba sabiduría y muy buen humor; se sentía muy orgulloso de su mercancía, la cual ofrecía siempre con alguna anécdota del lugar donde fueron adquiridas, o del anterior dueño. Cada que ella visitaba esa tienda se pasaba horas en esa sala principal, pero en esta ocasión era en el segundo piso donde estaba segura, hallaría lo que sería su regalo, y allá se dirigió sin dudarlo.



Una vez que su vista se paseó por los anaqueles de madera repletos de objetos tanto extraños, como maravillosos, y de tomar notas mentales para los próximos regalos de sus entrañables amigos (un estuche de herramientas milimétricas tipo relojero para Stear, una maleta de fino cuero para los anteojos de sol del vanidoso Archie, una silla de montar con aplicaciones de plata para el buen Tom, un libro antiguo de botánica para su querido Anthony… y…una brújula antigua bellamente tallada en chapa de oro para otro de los viajes de su amado Albert, aunque un mapa a su corazón sería mas útil, pero esa era otra historia).



¡Basta! ¡No es momento de ponerse melancólica! Se reconvino, y retomó la exploración de los objetos hasta encontrar lo que se convertiría en el regalo para el señorito de la Mansión Legan, de repente, ¡lo encontró!, como si tuviera su nombre inscrito en él. Rápidamente solicitó al amable encargado de la tienda que lo grabara con las iniciales del nuevo dueño y lo envolviera para regalo, no había tiempo que perder y ya estaba bastante atrasada para la celebración.



De regreso a la Mansión pensaba en lo que le diría al entregarle su regalo, el por qué había elegido justo esa pieza para él, y cómo le gustaría que la mantuviera siempre cerca para recordarla. No era que el señorito ocupara su corazón (ya tenía bastantes problemas con el espacio disponible y con una que otra duda), pero sí quería que sus visitas (o mas bien, las largas estancias) en la Mansión, fueran menos estresantes y bien recibidas de su parte, después de todo, su presencia era muy valiosa para ellos, aunque ninguno de los habitantes lo reconociera.



Al llegar a la Mansión, entró por la puerta principal, aquello era una verdadera romería entre personas que iban y venían. A lo lejos divisó a la siempre fiel ama de llaves, Rae, tratando de poner orden entre las distintas personalidades que deseaban acercarse a felicitar al señorito; al principio se imaginó que sería prácticamente imposible lograrlo, pero afortunadamente Rae alcanzó a verla y con un suave movimiento de su mano le pidió que se acercara.



Bien, solamente dos personas más y tendría la oportunidad de felicitar a Neil y entregarle lo que compró especialmente para su cumpleaños. Cuando él la vio esperando su turno, una extraña calidez le invadió el corazón, en el fondo no esperaba que ella estuviera ahí, no era que le gustara oír conversaciones ajenas (bueno, si, ¡la verdad es que le fascinaba!), pero sabía que ella particularmente no gustaba de los morenos… ¿se habrá equivocado?



- Feliz cumpleaños Neil

- ¡Señorito Neil para ti! – una indignada Elisa hacía la aclaración que consideraba pertinente ante tales confianzas.

- Tranquila hermanita, hoy podemos obviar estos detalles, ¿no te parece? gracias por la felicitación – dijo amablemente mientras sus ojos se dirigían, invariablemente al envoltorio entre las manos femeninas - ¿eso es para mí…Roni?

- Ehhm… (¿cómo supo mi nombre?)... quiero decir, si…espero que sea de tu completo agrado.

- ¡Ábrelo Neil! Es un paquete muy grande y a pesar de ser de una de las…ejem, visitantes de la servidumbre, la envoltura es bastante atractiva, ¿no crees?



Entre miradas curiosas y expectantes, Neil abrió su regalo y una expresión de asombro surgió entre los más cercanos al ver lo que parecía ser un libro envuelto en una pasta de suave piel, al parecer muy antigua, con las iniciales “NL” grabadas en la esquina inferior derecha de la portada. Una gruesa correa, también de piel, remataba en un pequeño cerrojo y aseguraba el contenido del libro; una llave de hierro pendía de una delgada correa, aparentemente la llave del antiguo cerrojo, una verdadera pieza de colección. Con gran curiosidad el homenajeado abrió la pasta, utilizando la llave, desdibujando de inmediato su sonrisa al encontrar las hojas en blanco.



- ¿Pero que es esto, una broma de muy mal gusto acaso? Solo a ti se te ocurre regalar un libro en blanco ¡caramba! – una indignada Elisa echaba fuego por los ojos, mientras Neil permanecía en silencio.

- Si me permiten explicar – una muy seria Roni comenzaba su aclaración - Neil, lo que tienes en tus manos es un diario. Hay cosas que a veces uno no puede compartir con nadie mas que con su “yo” interno, y mi regalo para ti es que tengas la posibilidad de hacerlo y compartirlo solamente con quien tu quieras, a través de esa llave que tienes en tus manos. Esa pasta perteneció al capitán de un antiguo barco, que guardaba sus mas íntimos secretos bajo llave; y yo te deseo Neil, que puedas vaciar tu alma de lo bueno y lo malo, para que algún día tu vida sea plena y feliz, como lo fue la de este marinero, según me cuenta el dueño de la tienda donde lo adquirí.



Así como llegó, Roni comenzó a retirarse poco a poco, mientras una conmovida multitud apreciaba de cerca tan valioso regalo. ¿Qué mejor lección de vida que nuestro propio reflejo en letras? Neil sintió estremecerse en sus más profundos sentimientos, nadie sabía que él reflexionaba sobre su vida en la oscuridad de su habitación. O quizá sí, quizá esas visitas otrora tan molestas pero tan necesarias hoy en día en su Mansión, fueran lo que él necesitaba para comenzar a vivir realmente.



- ¡Espera Roni! – se apresuró a detenerla antes de que saliera por el jardín.

- ¿Sí?

- Quiero agradecerte, de verdad. Pensé que solamente tenías ojos para mi tío, o mi primo… ¿o es para mi tío?

- No entremos en detalles por favor, yo misma a veces no me comprendo…no te equivoques Neil, mi regalo no tiene como intención conquistarte.

- ¿Ah no?

- No, solamente quise decirte indirectamente, que yo comprendo que a veces necesitamos estar a solas con nuestros pensamientos, pero que si no somos capaces de recordarlos después, ¿cómo vamos a evitar cometer los mismos errores?



La mirada de Neil reflejaba no solo sorpresa, sino un cálido agradecimiento; extendió sus brazos hacia ella, quien correspondió al abrazo con gusto, ahora mas que empleador y empleada, podrían considerarse cómplices…aunque fuera por ese único día.



Con afecto para Verónica “Roni” de Andrew Brown.

Roni de Andrew-Brown

Roni de Andrew-Brown
Coral Rojo
Coral Rojo

Gigi,

Hay esto me encanto!! Me divertí mucho leyendo… y pues sabes le pegaste al clavo! Soy hija única y a mi me encanta encerrarme en mi habitación en la oscuridad… aun que ahora que estoy casada no lo puedo hacer mucho… jiji

Pero también me encanto eso de darle a Albert una brújula para que encuentre mi corazón… hay eso me hizo suspirar… y esa ultima conversación con Niel fue súper encantadora…. Gracias, gracia, gracia!! Quedo muy linda!!

Gigi

Gigi
Perla beige
Perla beige

Querida Roni:

Me alegra mucho que te haya gustado mi regalito (que mas para el señorito era para ti jejejeje), no sabía que eres hija única, pero me imaginé que como viajas mucho, momentos a solas te han de sobrar no?

Te comprendo perfecto, esto del matrimonio te deja pocos momentos a solas, pero cuando los llega una a tener, cómo se disfrutan verdad? te mando un fuerte abrazo y en cuanto encuentre la brújula en barata, te la regalaré a ver si el wero viajero cae redondito!

Gi

Weissesherz

Weissesherz
Perla negra
Perla negra

OOhhhh Gigi qué cosas más bonitas escribes!!!
...a pesar del fín de semana...
has podido plasmar bellas letras.

Un Abrazo enorme y lleno de cariño flower

Sirena Soly

Sirena Soly
Perla rosada
Perla rosada

Holaaaa Gigi...

affraid Me gustó mucho tu escrito... el Señorito ha de estar muuuy contento con el festejo... y Roni a de sentirse como un pavo real... Felicitaciones...

Fic Intercambio para Roni de Andrew Brown 724846 es taaan tierno todo este asunto... no cabe duda que Neil tiene un gran corazón, aunque quiera ocultarlo... Fic Intercambio para Roni de Andrew Brown 85792

6Fic Intercambio para Roni de Andrew Brown Empty Re: Fic Intercambio para Roni de Andrew Brown Miér Ago 18, 2010 10:02 pm

Sirena Miau Laurie

Sirena Miau Laurie
Perla dorada
Perla dorada

Trilliza, cielos... si a mi me regalaran un libro en blanco quedaria tan conmovida, como todos los invitados a la fiesta...

Sin duda será un regalo que va a disfrutar muchisimo, en el que podra proyectarse y dejar huella de lo que es, de lo que quiere ser, y del camino que va recorriendo hacía su meta...

maravilosas tus letras Trilliza, es un provilegio ser tu hermanita sirena...

Te envió un abrazo enorme, enorme, grande, grande, "giush" pues... jiji

Nos vemos...

LAURIE MIAU
Fic Intercambio para Roni de Andrew Brown 54630

Mimicat

Mimicat
Perla rosada
Perla rosada

Mi querida Gi!!!

Qué bonito fic nena!!!!
Escribes muy lindo. M encanta cómo describes los estados de ánimo, eso es muy bello.
El regalo maravilloso.

Mi Adorada sirena te mando tu regalito por tan bello escrito


Fic Intercambio para Roni de Andrew Brown FicintercambioGi-1

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