MELANCOLIA  El humo del cigarrillo parecía diluir aquella escena, la tristeza y la melancolía los grandes actores en aquel miserable escenario, gruesas lagrimas surcaban sus mejillas mientras apretaba sus puños con dolorosa fiereza, su mundo parecía derrumbarse conforme aquella orgullosa figura caí del nicho y sumergirse entre el infame publico que gritaba exasperado ante el opresivo ambiente, basura, insultos todo parecía irreal ante la vitalidad opacada de quien seria un ser lleno de pasión e ilusiones. Su mente se revelaba a la vez que se llenaba de recuerdos, unos felices otros tristes pero todos con la característica de aquella vivacidad reflejada en sus ojos verdiazulados, ahora tristemente opacados por el humo del cigarrillo, la melancolía y el olvido. Quiso correr y sacudir su humanidad, gritarle que eso no era él, hacerlo despertar y decirle que Terry Granchester era mas que una triste parodia de recuerdos suprimidos, él era una estrella brillando en el firmamento, imposible de olvidar, por que ella aun no olvidaba pese al esfuerzo de dejarlo en su pasado, grito desesperada exigiendo silencio aquel insulso publico y poder escuchar su aterciopelada voz ahora ronca por el dolor y la amargura; sorprendentemente capaz de transmitir emociones que solo él podía expresar a través de su talento, ahora oculto en aquel mezquino escenario. El humo volvía difuminar su figura ella la busco desesperada mientras el silencio exigido que reinaba en aquel recinto se rompía ante su rica voz ahora despierta y profunda, otorgando una magia que él solo podía lograr, a pesar del publico a pesar de si mismo y del lastre de un obligado adiós junto con los recuerdos de un verano compartido. Sonrió y lloro satisfecha al verlo resurgir de las cenizas y enfrentar las consecuencias de sus actos, lo vio reír, lo vio amar, lo vio llorar todo en pocos minutos y el aplauso que tanto merecía no se hizo esperar. Decidió finalmente retirarse, llevándose con ella el recuerdo de un joven capaz de levantarse y darle la cara a la adversidad. “Solo tu podías lograr aquel milagro, solo tu podías superarlo y enfrentarlo con valentía… solo te pido que no me olvides… tengo que marcharme sin mirarte a los ojos y sin poder decir que tu ausencia será mi perenne condena” Y cargando nuevamente su maleta colmada de sueños rotos e ilusiones muertas se marcho sin reflejarse en el color del océano.   |
Atlántida de Terry